El Gobierno municipal decide en su primera reunión eliminar los anuncios institucionales. José María González renuncia a llevar escolta “porque no creo que me haga falta”

José María González dejó constancia ayer, en su primer día de trabajo, de que ya está ejerciendo como alcalde de Cádiz tomando las primeras medidas del nuevo Gobierno municipal. Sin duda, la más relevante es la sustitución de todos los anuncios institucionales en todos los soportes públicos en los que se venía emitiendo por el letrero: “Esta pantallas ya no serán más una herramienta de propaganda”.

Así, desde las 12 de la noche de ayer ya se puede leer esa frase en las pantallas LED de la capital gaditana y en las pantallas de información de los autobuses urbanos.

De este modo, este decreto que el regidor y su equipo han aprobado nada más desembarcar en la Alcaldía va encaminado a cumplir con una de sus promesas: “Acabar con el derroche en propaganda institucional del Ayuntamiento”. Y, sin duda, se puede añadir también que esta orden supone un golpe de efecto importante contra uno de los símbolos de la gestión del PP en la ciudad, el uso propagandístico de las pantallas LED.

“Como ya dijo el alcalde en su discurso de investidura, el Ayuntamiento va a dejar de ser una marca de propaganda y autobombo y se va a convertir en un escudo para su gente”, recordaron desde el Gobierno municipal anoche, en una nota emitida a los medios de comunicación sobre las 22 horas.

El compromiso de González es “eliminar los gastos superfluos y prescindibles del Ayuntamiento para que el Consistorio tenga la máxima capacidad económica y así poder poner en marcha las políticas en todos los campos que permitan luchar contra la situación de emergencia social que vive Cádiz”.

Así, las pantallas LED y las de los autobuses seguirán funcionando con los anuncios de servicio público, con la programación cultural, con las farmacias de guardia en la ciudad y otras informaciones de interés ciudadano. Pero no volverán a verse las noticias “tendenciosas” dirigidas por “el interés partidista del partido que esté en el Gobierno local -como ocurría anteriormente- ni los anuncios de autobombo y propaganda de logros del Ayuntamiento”.

Esta resolución se tomó ayer en la robusta mesa de trabajo del despacho de Alcaldía que, a media mañana, lucía repleta de papeles revueltos, carpetas abiertas y agendas. La presidía José María González rodeado por los siete miembros de su equipo.

El regidor se citó con sus concejales a las 9:15 de la mañana -van a procurar en la medida de lo posible conciliar la vida personal y laboral- para “empezar a tomar ya los mandos de la nave”.

Por unos minutos interrumpió la reunión con sus compañeros para atender a este medio en una dependencia contigua, cuyas dimensiones distan mucho de las del despacho del alcalde. “Me ha llamado muchísimo la atención el tamaño del despacho -espetó-. ¡Es que voy a trabajar en una sala que es más grande que mi casa! Es muy fuerte…”, dijo abriendo los ojos. Acto seguido echó un vistazo a su alrededor, y añadió: “A lo mejor me vengo a trabajar a éste, que parece más calentito. En el otro tiene que hacer un frío que no veas en invierno”.

Anécdotas aparte, González expresó cierto malestar por cómo se habían encontrado el Consistorio: “Hoy hemos partido no de cero, sino de menos cero, porque han borrado todos los contactos de prensa, no hay wifi, la web está parada, no hay ordenador en el despacho, los teléfonos no funcionaban a primera hora porque las baterías estaban descargadas… Es un poco la metáfora del estado de la ciudad”, comparó.

Tras saludar al personal administrativo, el dirigente y su equipo se centraron en la elaboración de decretos como el difundido ayer mismo y otros que tienen previsto aprobar en los próximos días. También trataron asuntos de agenda, abordaron el problema de los comedores escolares y perfilaron las prioridades y primeras medidas de Servicios Sociales. Y Kichi aún tenía por delante una reunión en la Diputación Provincial, acudir a la sede de la Delegación municipal de Servicios Sociales y conceder entrevistas a varios medios de comunicación.

Además de la medida contra el autobombo, el Gobierno municipal tomó otra relacionada con la seguridad del alcalde: “Escoltas tenemos claro que no. Ya hemos dicho que no porque no creo que me haga falta. Las personas que ejercen esa función son policías locales, así que se incorporarán a su servicio”, expuso. Y antes de acabar la jornada quería atender a los tres chóferes del Ayuntamiento, que le habían solicitado una reunión. La intención es limitar el uso de los coches oficiales. “Para movernos por la ciudad los utilizaremos sólo por cuestiones horarias, y nunca para ir o volver a casa”. “Sería interesante -aportó- que hubiera un chófer de guardia no sólo para la Alcaldía, sino para la ciudad. Por ejemplo, para desplazar a algún vecino por una determinada cuestión. Pero tenemos que hablarlo con los chóferes y también queremos conocer sus propuestas”.

El regidor se mostraba ilusionado ante el reto que acaba de comenzar. “Este equipo está muy ilusionado y tiene muchas ganas de trabajar. Nos ponemos manos a la obra, nos remangamos, pero necesitamos que todo el pueblo de Cádiz se remangue con nosotros. Estamos convencidos de que entre todos vamos a encontrar soluciones para la ciudad”, declaró.

En este sentido, destacó que el Consistorio va a elaborar el Plan Municipal de la Vivienda -recordando que debería tenerlo desde hace tres años- y va a asegurar los suministros de luz y agua a todos los gaditanos.

Pendiente está el reparto de las concejalías, aunque puede que esta decisión se aplace a la espera del pacto de Gobierno que, previsiblemente, alcanzarán en los próximos días las formaciones de Por Cádiz sí se Puede y Ganar Cádiz en Común.

El primer edil anunció el sábado a este periódico que una vez concluya el verano el Ayuntamiento va a poner en marcha las concejalías por distrito, de manera que los ediles que conformen el equipo de Gobierno van a tener también responsabilidades territoriales. El objetivo es que cada responsable municipal acuda a trabajar durante unas determinadas horas semanales a su correspondiente distrito, con el propósito de que los vecinos acudan a esa persona para realizar consultas o presentar reclamaciones. “Con esta iniciativa, cada concejal tendrá conocimientos en materia de fomento, de educación, de sanidad, de vivienda, de paro, de suministros de su propio distrito. Nos parece que es una idea muy buena que va a contribuir a recuperar la credibilidad del Ayuntamiento gaditano”, manifestó.

Como despedida, José María González reconoció sentirse “como el alumno que llega el primer día a clase o el trabajador que estrena empleo”.

Diario de Cádiz, BEATRIZ ESTÉVEZ

Martes, 16 de junio de 2015

– Leer artículo completo en Diario de Cádiz