El cambio de Gobierno en España ofrece una oportunidad única para refundar y democratizar la acción exterior de España tras años de falta de ambición, dejación de funciones y asunción de una posición geopolítica subalterna por parte de los Gobiernos del Partido Popular. Tenemos la oportunidad de poner fin a la defensa a ultranza de las políticas de austeridad económica en la UE, de un sistema económico internacional centrado en los intereses de las grandes multinacionales, de un modelo nefasto de tratados comerciales que dañan los derechos de las mayorías sociales. Podemos convertirnos en referentes de la defensa de la paz y el multilateralismo democrático frente al peligro que representa el gobierno de Donald Trump. Podemos poner en el centro de nuestra acción exterior la defensa de la paz frente a la espiral bélica que nos rodea, defender el feminismo y los derechos de las mujeres en la política internacional, atender de una vez las necesidades de nuestra emigración en el exterior.

El nuevo Gobierno, nacido de una moción de censura democrática contra un sistema de corrupción estructural del Estado, nos brinda una oportunidad histórica para que España recupere el papel que le corresponde en el mundo. Con ese objetivo, el pasado 4 de julio en la comparecencia del nuevo Ministro de Asuntos Exteriores, Europa y Cooperación, Josep Borrell, presentamos un plan de 25 medidas para refundar la acción exterior de España. Son medidas realistas, que se pueden empezar a implementar desde hoy mismo, y que permitirían reorientar completamente nuestro modelo de acción exterior a corto y medio plazo.

Ante el sombrío escenario geopolítico que nos rodea, nuestro país puede y debe apostar decisivamente por el multilateralismo y la construcción de unas relaciones internacionales democráticas y regidas por el derecho. Sólo así podremos hacer frente a retos como la proliferación nuclear, el cambio climático, la carrera armamentística o el drenaje ilegal de recursos que supone la existencia de paraísos fiscales. Nuestro país puede y debe ser un actor decisivo y de referencia en defensa de la construcción de paz, tanto de manera preventiva como involucrándose en el apoyo internacional a la resolución de conflictos. Nuestro país debe estar a la altura del cambio social que vivimos y promover como prioridad absoluta una acción exterior feminista y en defensa de los derechos de las mujeres, y tomar la iniciativa para expandir la promoción de derechos y libertades liderando los trabajos para elaborar una Convención Internacional en materia de derechos LGTBI. Nuestro país puede y debe liderar un nuevo polo democrático europeo, impulsando la defensa del Estado social, unas relaciones económicas democráticas y un modelo de política migratoria que respete los derechos humanos. Nuestro país puede y debe poner en marcha una agenda exterior que vea más allá de las cifras de negocios de las multinacionales, que supere el enfoque securitario e injerencista, que apueste por la construcción de marcos de convivencia, beneficio mutuo y relaciones democráticas con América Latina, Magreb y Oriente Medio y África. Nuestro país puede y debe recuperar la cooperación española, auténtico orgullo de nuestra acción exterior masacrada por los años de recortes y privatizaciones del PP. Nuestro país puede y debe implementar políticas integrales para nuestra emigración, restaurar sus derechos civiles y políticos, y promover de una vez planes de retorno para que quienes quieran puedan volver a casa.

Es el momento de ponerse en marcha para que nuestro país se ponga a la altura de los retos geopolíticos del siglo XXI y enfrentar las amenazas de la desigualdad, las guerras y la ley del más fuerte con políticas de justicia social, paz, sostenibilidad, democracia, derechos humanos y feminismo.

25MEDIDAS_PARA REFUNDAR_ACCIONEXTERIOR_PODEMOS


Miércoles, 11 de julio de 2018