La Comisión Europea autorizó iniciar una investigación formal a Polonia ante una posible vulneración del Estado de Derecho el pasado 13 de enero después de que este país haya aprobado leyes restrictivas sobre la reforma del Tribunal Constitucional y de los medios de comunicación públicos.

Esta la primera vez que la UE activa el mecanismo de investigación por violaciones del Estado de Derecho, lo que contrasta con la gran cantidad de medidas coercitivas para el cumplimiento del marco fiscal de la UE y su inflexibilidad para reducir los déficit. Los organismos europeos han sido hasta la fecha demasiado laxos para no juzgar, y sancionar cuando corresponda, actuaciones que vulneran los derechos humanos dentro del territorio de la Unión.

Desde Podemos consideramos muy preocupante el recorte de garantías y libertades que está ejerciendo el nuevo Ejecutivo polaco del partido conservador Ley y Justicia (PiS) desde que asumió el gobierno el año pasado tras la victoria frente al centroderecha en las elecciones presidenciales de mayo y las legislativas de octubre.

Asimismo, estamos convencidos de que la pluralidad informativa y la independencia judicial son derechos fundamentales que deben ser protegidos, por lo que confiamos en que la evaluación sobre estos aspectos que ha emprendido la UE se desarrolle con transparencia y cooperación entre la UE y el Gobierno polaco. En ningún caso es excusa la crisis económica, como declaró Beata Szydlo, Primera Ministra de Polonia el pasado 19 de octubre en un debate del Parlamento Europeo. Ese día apeló varias veces a las graves consecuencias de la crisis económica en su país y se limitó a argumentar que las decisiones adoptadas por su gobierno “son la voluntad del pueblo polaco, que es libre y que libremente así lo ha decidido en su votación en las elecciones democráticas del año pasado”.

Además, a pesar de su extensa alocución en la Eurocámara, la Primera Ministra polaca decidió no dar ninguna explicación ante el hecho de que la Comisión Europea haya decidido iniciar esta investigación después de que el vicepresidente de esta institución, Frans Timmermans, se dirigiera por carta el 23 y el 30 de diciembre a Polonia para solicitar información. “Las respuestas no fueron completas ni suficientes para hacer disminuir nuestras preocupaciones”, arguyó Timmermans en la Eurocámara.

Desde Podemos recomendamos a la primera ministra polaca, Beata Szydlo, que si de verdad quiere defender y garantizar en Polonia el Estado de Derecho y la igualdad de oportunidades, como ella asegura, debería apostar por estar a la cabeza en la acogida de refugiados, en vez de eludir y bloquear esta necesidad, y dejar de ser una excepción respecto a la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, que sigue sin ser legalmente vinculante en Polonia.

Asimismo, encontramos preocupante que el Gobierno polaco sugiera, como excusa para acometer sus reformas, la supuesta existencia de un conflicto cultural entre la Europa Occidental y la Oriental que el propio ministro de Asuntos Exteriores, Witold Waszczykowski, ha llegado a explicitar recientemente al afirmar, en declaraciones a prensa, que pretende acabar con esa Europa de “vegetarianos y ciclistas”. Los valores democráticos, los derechos humanos y las garantías que ofrece el Estado de Derecho son universales, por lo que no se puede aceptar bloques de aplicación de primera y de segunda categoría en el seno de la UE.

Hay que recordar que los 17 diputados europeos del PiS se integran en el Parlamento Europeo en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, por sus siglas en inglés), un grupo que forma parte de la llamada gran coalición que gobierna Europa y que pacta a menudo con el Grupo Popular Europeo y los liberales (ALDE), cuando no con el Grupo Socialista, para aprobar políticas conservadoras europeas, especialmente en términos económicos.

Por ultimo, a la amenaza de recortes en las libertades y los derechos que investiga la Comisión Europea en Polonia, se une la acción de un Gobierno polaco que compromete la seguridad europea en su frontera oriental. Incluso, Polonia reclamó el año pasado -lo hizo el propio Waszczykowski- una mayor presencia de las de tropas de la OTAN en Europa Central y hasta la implantación de bases en su territorio, a pesar del acuerdo firmado entre la OTAN y Rusia en 1997, que veta esta opción. Desde Podemos defendemos una arquitectura de paz y seguridad activa en resolución de conflictos que para garantizar la Defensa Europea apueste por más mecanismos propiamente europeos, políticas activas de negociación con los países vecinos y reequilibrar el papel de la OTAN, evitando desestabilizaciones en Europa del Este, mediante la congelación de las fronteras actuales de la alianza, así como detener la instalación del escudo antimisiles en el este de Europa y el mar Báltico.


Miércoles, 20 de enero de 2016