El pasado domingo 14 de mayo Turquía acudió a las urnas para elegir nueva Presidencia y Asamblea Nacional, en una jornada crítica para su futuro democrático y el respeto a los derechos fundamentales de la oposición. Las elecciones se celebraban en un clima de tensión y represión en el que cientos de simpatizantes y miembros opositores del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) fueron encarcelados y otros tantos obligados a competir electoralmente bajo las siglas YSP (Partido de la Izquierda Verde), dada la amenaza de cierre que pesa sobre el partido.

Considerando este contexto de persecución y la situación de amenaza real transmitida por parte del HDP con respecto a las garantías del proceso electoral, Podemos respondió a los llamamientos de acompañamiento y solidaridad internacional del partido enviando una delegación que se desplazó a la ciudad de Siirt, en la región kurda del Estado. En la delegación ampliada también participaban otros representantes públicos de fuerzas políticas del estado español, así como varios representantes de la sociedad civil.

Durante la jornada electoral la delegación pudo constatar —en sus visitas a 14 pueblos de la región— los altos niveles de militarización de los colegios electorales, controles de carreteras militarizados e incluso acciones que podrían constituir fraude electoral, como presiones a los electores para votar al AKP (partido de Erdogan) en, al menos, dos colegios. Antes del cierre de las urnas varias personas integrantes de la delegación fueron retenidas y llevadas a dependencias policiales, donde pasaron varias horas hasta que, al final de la jornada, la policía se presentó en el hotel donde se encontraba el resto de la delegación —incluidas las compañeras de Podemos— y se llevó a comisaría a la totalidad de la delegación. Otros compañeros del HDP también fueron conducidos y retenidos en comisaría durante la noche y, asimismo, no fueron liberados hasta la mañana del lunes. La delegación permaneció en dependencias policiales toda la noche, sin recibir explicaciones precisas sobre los motivos de su retención y en un contexto de alta incertidumbre hasta que, tras la mediación de la Embajada y del Ministerio de Asuntos Exteriores, fueron custodiados al aeropuerto más cercano para proceder a su expulsión del país en la mañana del día 15.

Paralelamente, la jornada electoral se desarrolló con una movilización masiva y casi un 90% de participación que arrojó unos resultados en los que Erdogan perdió la mayoría absoluta para ganar en primera vuelta, lo que obliga a una segunda vuelta. El 49,40% de los votos fue para Erdogan frente al 44,90% de Kemal Kılıçdaroğlu, el candidato del CHP apoyado por la mayoría de los partidos de la oposición. Kılıçdaroğlu es visto como una oportunidad para volver a la senda de la separación de poderes del Estado, revertir las políticas de persecución y represión contra el pueblo kurdo e impulsar de nuevo el sistema parlamentarista en Turquía; si bien parte de su programa electoral y de las posiciones establecidas por los partidos que le acompañan en su alianza han sido criticadas por un exceso de contenido nacionalista y falta de cambio respecto a la gestión económica de la crisis que asola el país. En cuanto a las elecciones a la Asamblea, el AKP se mantiene como primera fuerza en el Parlamento con un 49,31% de los votos. La alianza opositora Nación ha obtenido el 35,18% y, en tercer lugar, la Alianza Trabajo y Libertad (siglas bajo las que compite el HDP), el 10,52%.

Los hechos ocurridos durante la jornada relatados anteriormente son expresión de la falta de transparencia y de garantías democráticas del proceso electoral, que afecta particularmente al pueblo kurdo y al HDP. Los miembros del partido HDP, YSP y observadores internacionales de la OSCE y del Consejo de Europa han denunciado la falta de respeto a la pluralidad política, el cumplimiento de los principios básicos de celebración de unas elecciones democráticas y la limitación al derecho individual de presentarse a las elecciones. Lamentamos que en esta ocasión la UE haya decidido no enviar una misión de observación para velar por el buen desarrollo del proceso electoral e instamos al Alto Representante para la Política Exterior a reconsiderar esta decisión de cara a la segunda vuelta de las elecciones, como muestra de su compromiso con unas relaciones con Turquía que estén basadas en la defensa de la democracia y en el respeto a los derechos humanos.

Con todo, la representación parlamentaria de la Alianza de Trabajo y Libertad, y pese a la dura campaña de desprestigio y represión sufrida, es un buen indicador de los deseos de cambio existentes entre la población turca y especialmente entre la kurda, donde el YSP obtuvo buenos resultados. Pero su representación en la Asamblea no solo es una buena noticia para la lucha por los derechos fundamentales de la población kurda en territorio turco, sino también para los movimientos feministas y LGTBIQ+, los movimientos ecologistas, las demandas de las personas refugiadas y migrantes y la justicia económica.

La lucha por la democracia turca y el respeto a los derechos fundamentales tiene una nueva fecha en la segunda vuelta del 28 de mayo. Desde Podemos seguiremos apoyando aquellas voluntades populares que trabajen por la construcción de la democracia y la ampliación de derechos de su ciudadanía, respetando los derechos del pueblo kurdo y de los pueblos minoritarios en todo el Estado turco. En este momento crítico es importante que se paralice toda persecución y represión contra la oposición y que se aseguren unas elecciones libres, justas y transparentes.


Martes, 16 de mayo de 2023