El número dos de Podemos se cuestiona “por qué cada vez somos más pobres si producimos más” o “cómo es posible que con el miedo que hay en las calles, la sociedad esté cada vez más fragmentada en lugar de hacer un frente común”.

La crisis ha acentuado un problema que venía marcando nuestra sociedad y el mercado de trabajo español desde los años setenta: la exaltación del individualismo y la soledad a la que hace referencia “la figura del emprendedor”. Esas son las principales ideas que defiende el libro La fábrica del emprendedor, que ha presentado esta tarde su autor y responsable del blog La revuelta de las neuronas en este diario, Jorge Moruno, junto al número dos de Podemos, Íñigo Errejón.

“No hay que crear más trabajo precario sino repartir el que hay entre todos”, señalaba el miembro del partido morado en relación a la actual situación del empleo en España; palabras que contrastan totalmente con las del presidente Mariano Rajoy al respecto.

Errejón también ha destacado cuatro de los puntos de los que Moruno reflexiona en el libro: “por qué cada vez somos más pobres si producimos más”; “cómo es posible que con el miedo que hay en las calles, la sociedad esté cada vez más fragmentada en lugar de hacer un frente común”; “la estrecha relación que hay entre trabajo y política”; y lo necesario que es “dejar de mirar al pasado con nostalgia y rebatir todo aquello que ya nos venía dado”.

El sociólogo y escritor Jorge Moruno combina la investigación sobre las transformaciones del trabajo con la práctica laboral, donde su experiencia siendo teleoperador, informador turístico, reponedor, administrativo o parado le “ha servido enormemente para poder sacar adelante este proyecto”.

“Solo siendo capaces de organizarnos, de manera que la cooperación domine a la competencia, podremos empezar a construir la subversión contra el totalitarismo de la empresa, entendida como mercado”, decía Moruno.

El pasado año el 92% de los trabajos fueron temporales y más de la mitad de todos esos empleados acabaron en la calle en menos de un mes. Se crea, por tanto, lo que el autor define como “falta de estabilidad e imposibilidad de que los trabajadores puedan reflexionar sobre cómo quieren enfocar su vida”.

“La mayoría de las personas estudian y enfocan su futuro mirando a los mercados, sin plantearse nada más”, señalaba Moruno a la vez que incidía en cómo hemos dedicado nuestra vida al trabajo y eso “ha supuesto que ante una ausencia, gran parte de la sociedad haya caído en la exclusión y la precariedad”.

En el libro refleja lo que considera que el trabajador necesita: “un ingreso estable y sentirse útil para la sociedad”, a la par que cuenta cómo hay que conseguir llegar a un “modelo de multiactividad, donde el trabajador, y no la empresa, sea dueño de sus decisiones”.

Público, ALICIA IBARRA

Martes, 23 de junio de 2015

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