Eduardo Fernández Rubiño (1991) es el diputado más joven de la Asamblea de Madrid donde ha aterrizado con muchas ganas de trabajar “para cambiar la política del PP que ha causado mucho dolor a los madrileños”

Como responsable de Redes Sociales de Podemos, cree que con el caso del concejal Zapata “ha habido voluntad de hacer un tamayazo en diferido. No merecía el escarnio que hemos vivido”

“Me parece excelente que haya alcaldes como Kichi en Cádiz, que realmente defienden a su gente”

Eduardo Fernández Rubiño, con 23 años, es el diputado más joven de la Asamblea de Madrid. Pese a su juventud, tiene en su mochila de estudiante de Filosofía -carrera que está terminando- un amplio bagaje en los movimentos sociales (Juventud sin Futuro, 15M).

Responsable de Redes Sociales de Podemos, Fernández Rubiño siempre ha recomendado a los cargos de Podemos que tengan cuidado con lo que vierten en sus cuentas “porque cualquier cosa es susceptible de convertirse en algo diferente a lo que era”. El “escarnio” que a su juicio ha sufrido el concejal madrileño, Guillermo Zapata, le ha indignado.

El diputado está ya inmerso en la tarea que su grupo le ha asignado como responsable de Universidades. Al final de la entrevista, cuando le comentamos que hay ya quien le compara con Iñigo Errejón, sonríe. “Me honra, pero Errejón solo hay uno”, afirma .

¿Qué le ha motivado a involucrarse en política con tan solo 23 años?

Siempre me ha interesado la política. Empecé con 18 años en el movimiento estudiantil, experimentamos lo que eran las reformas del Gobierno socialista que ya estaba haciendo pagar los costos de la crisis a la mayoría social. Montamos un colectivo que se llamó Juventud sin Futuro con el que de alguna manera nos adelantamos al 15M porque en abril convocamos una manifestación que tuvo bastante éxito. Aquel periodo me marcó muchísimo y ya no paré de participar en todo tipo de protestas. Pero entendí que si queríamos arrancar conquistas, teníamos que dar el paso de conquistar también el poder político en las instituciones.

Durante la época de la que habla Cristina Cifuentes era delegada del Gobierno. ¿Qué siente al tenerla ahora enfrente en la Asamblea como presidenta del Gobierno regional?

Pues es muy extraño porque Cristina Cifuentes era la que nos enviaba a la policía en las manifestaciones y muchísimas veces hemos tenido que salir corriendo, esquivando las pelotas de goma que nos lanzaban. Cifuentes se ha caracterizado por ser muy dura en la represión y algunos ejemplos, como “Rodea el Congreso”, han sido un escándalo para muchísima gente. Tener que compartir de repente espacio con ella y con otros políticos que en mi opinión han sido los grandes culpables de la situación en la que nos encontramos, pues cuesta. Uno es consciente de que es gente que ha causado mucho dolor a los madrileños y los que han impuesto un modelo de desigualdad en la Comunidad de Madrid. Me resulta difícil pensar en tener ahora que ‘confraternizar’ con ellos, aunque solo sea por cortesía parlamentaria.

¿Ha hablado con ella?

No. No he hablado con Cifuentes en ningún momento. La he visto solo en la sesión de investidura. Tampoco tengo nada que decirle personalmente, ya tendremos tiempo de decirnos en las sesiones parlamentarias todo lo que tengamos que decirnos.

¿Qué le pareció su discurso de investidura?

Que no tiene credibilidad. Es un discurso que solo sigue una estrategia política que intenta hacernos creer que no van a seguir haciendo lo que han hecho hasta ahora. Pero a mí me cuesta mucho créela, la verdad. Creo que hay una línea de continuidad entre el anterior Gobierno y este, aunque quieran aparentar lo contrario.

¿Cree que va a cumplir las medidas sociales que ha firmado en el pacto con Ciudadanos?

Yo no lo creo. El pirómano no va a venir a apagar el fuego. Creo que esta gente tiene un proyecto político que pasa por disolver las instituciones públicas y sobre todo por hacer negocio con ellas, por favorecer el modelo de la corrupción, de la desigualdad y del pelotazo urbanístico. Ese es el modelo del PP de Madrid y me cuesta muchísimo creer que la señora Cifuentes, que lleva décadas en el partido y en cargos de responsabilidad, venga a hacer ahora una cosa diferente.

¿Le sorprendió que desplegara la bandera arcoíris el Día del Orgullo Gay?

Yo saludo que Cifuentes se sumara a lo que ya hizo Carmena en el Ayuntamiento de Madrid. Pero nosotros le pedimos que también la pusiera en la sede de la Asamblea regional y no quiso.

Va a llevar usted el área de Universidades en la Asamblea. ¿Se pondría a la cabeza de una manifestación de protesta ahora que tiene responsabilidades como diputado?

No creo que como diputado de Madrid me tenga que poner a la cabeza de ninguna manifestación. Serán los propios estudiantes los que la organizarán y yo formaré parte como uno más. Después pondré todo lo que esté en mi mano para trasladar esa protesta a la institución regional. Pero en ningún caso intentaría capitalizar ninguna de esas protestas.

¿Qué le ha parecido que el alcalde de Cádiz se haya involucrado personalmente en impedir un desahucio?

Me pareció un acto simbólico porque con ello intentaba demostrar que el Ayuntamiento va a ser un escudo para su gente. Creo que antes intentó agotar todas las vías plausibles para evitarlo. Me parece excelente que haya alcaldes que realmente defienden a su gente. En el caso de Kichi me pareció un enorme acto de dignidad. La ciudadanía necesita saber que de verdad hay una lealtad con ellos y no con ningún grupo de poder.

Como responsable de Podemos de Redes Sociales, ¿cree que en torno a su uso se está generando una polémica mal enfocada?

Sí. En el caso concreto de Zapata creo que lo que había detrás era más la voluntad de utilizar cualquier cosa para debilitar al Gobierno de Carmena al día siguiente. Zapata dimitió y pidió perdón. Creo que con este asunto ha habido voluntad de hacer un tamayazo en diferido y que no merecía el escarnio que hemos vivido. Sobre todo cuando hay otros muchos ejemplos, ya no de tuits, sino de declaraciones públicas de cargos públicos en activo, como la de Rafael Hernando, que han dicho auténticas barbaridades. El PP ha puesto sobre la mesa un baremo que en ningún caso ellos se van a aplicar a sí mismos.

El juez Pedraz acaba de archivar la querella.

Sí. Después de haber agitado una cacería mediática y de lanzar acusaciones gravísimas, llegó incluso a salir el ministro de Interior para completar el cuadro. Al final, como era de esperar, todo ha quedado en nada y Zapata no ha tenido siquiera que declarar. Pero no importa, porque el PP logró su objetivo. Todo el daño está ya hecho. No es la primera vez que asistimos a una operación de este tipo por parte de un Gobierno que intenta perseguir a sus adversarios políticos, utilizando para ello las instituciones que son de todos.

¿Habría que regular por ley el uso de las redes como proponen algunos políticos?

Yo no creo que haya que poner puertas al campo de ningún tipo. Es verdad que las redes sociales amparan a veces en el anonimato opiniones que pueden ser, vamos a decir, poco comedidas, pero creo hay que entender el medio como lo que es, no rasgarse las vestiduras ante cosas que en el contexto de la red social son lógicas.

Podemos ha utilizado precisamente las redes sociales para darse a conocer y difundir sus propuestas. ¿Tras el caso Zapata y otros tuits también polémicos, han dado recomendaciones a sus cargos públicos para que controlen su uso?

Nosotros desde el primer momento y desde el inicio de Podemos las damos. No sé si habrá hecho lo mismo Ahora Madrid, pero nosotros desde el principio intentamos explicar a la gente que es portavoz o se va a presentar en unas listas para un cargo público que sean conscientes de lo que tienen las redes sociales e Internet y que eso hay que cuidarlo. Desde una foto que es de ámbito privado y tienes que dejarla de tener ahí, hasta un comentario desafortunado o una conversación con una pareja. Cualquier cosa es susceptible de convertirse en algo diferente a lo que era. Nosotros somos ciudadanos normales y no estamos acostumbrados a tener el peso de la prensa sobre nosotros.

¿Usted ha borrado algún tuit?

Sí, alguno porque creo que es un ejercicio de responsabilidad cuando uno pasa de ser un ciudadano normal y corriente a ocupar temporalmente un cargo público. Yo hace cuatro años no me planteaba si las opiniones que vertía en la red estaban siendo objeto de atención.

¿Se acuerda de alguno de los que ha borrado en especial?

Bueno, (se ríe) alguno subido de tono contra Gallardón de cuando yo estaba muy indignado con la reforma del aborto que impulsó.

¿Le han gustado los pactos que ha firmado Podemos con el PSOE, un partido al que tanto han criticado?

Yo creo que la prioridad fundamental de esos pactos en algunas Comunidades Autónomas ha sido parar las políticas del PP. Casos como el de la señora Cospedal, que era un clamor. Si teníamos la posibilidad, había que hacerlo para impedir que continuara el PP, con todas las dudas y las reservas que nos genera apoyar al PSOE, y así lo decidieron los inscritos de Podemos que votaron en consulta tomar esta decisión.

¿Es partidario de una confluencia con IU u otras fuerzas de izquierda en las generales?

Creo que lo que tenemos que hacer es ser muy generosos en este momento y abrir Podemos todo lo posible, y caminar a una gran apuesta por una candidatura de unidad popular pero como Podemos, aunque yendo mucho más allá de nosotros mismos. Debemos presentarnos a las generales de tal manera que logremos juntar a toda la gente que quiere construir el cambio en nuestro país.

Pues Pablo Iglesias ha sido bien duro con Alberto Garzón.

Pablo ya ha explicado en qué sentido ha utilizado ese tono duro. Yo creo que hacía una reflexión interesante, al margen del tono que empleó. Creo que a lo que se refería es a que hay determinados sectores de IU que lamentablemente no han entendido el tipo de situación en la que nos encontramos ahora y lo que requiere este momento. Posiciones que de alguna manera están identitariamente aferradas a los símbolos de las tradiciones políticas, que son muy respetables, pero que no ayudan ahora a construir esa mayoría social que necesitamos para cambiar nuestro país.

¿Qué le parece la decisión de que haya lista y circunscripción única para las primarias de las generales?

La circunscripción única tiene sentido en tanto en cuanto los diputados del Congreso nacional son diputados de la soberanía del país en su conjunto y en ese sentido no es una Cámara territorial. En Andalucía se han hecho unas primarias únicas y después se ha distribuido las listas. Así que tendría sentido que fuera así.

¿No cercena la posibilidad de que haya más aspirantes en disputa con Pablo Iglesías?

Yo creo que no plantea ninguna objeción en ese sentido. Es que una cosa son las primarias internas de Podemos y otra eventuales acuerdos con espacios de unidad o los procesos de confluencia que se vayan a dar en cada sitio. No veo que una cosa tenga que ser incompatible con la otra.

Imagino que estará siguiendo la evolución de la crisis en Grecia. ¿Qué opina?

En Grecia estamos asistiendo a un pulso entre la democracia y el poder de los mercados. Si lees los periódicos estos días, parece que Syriza y Tsipras son causantes de la situación de colapso y bloqueo en la que se encuentra Grecia y la UE. Pero se les olvidan los años y años de gobiernos del Pasok y ND que falsearon las cuentas y que aplicaron terribles recetas de austeridad sin poner ninguna objeción. Las instituciones europeas llevan mucho tiempo actuando de manera irresponsable con Grecia, estrangulando a su población, y ahora tienen en frente a un gobierno que quiere que la ciudadanía se pronuncie democráticamente al respecto. La Troika parece más preocupada por humillar al gGobierno griego que por encontrar ninguna solución. Tienen miedo a que Syriza demuestre que existe una alternativa y eso provoque un efecto en cadena en Europa.

elDiario.es, CARMEN MORAGA entrevista a EDUARDO FERNÁNDEZ

Sábado, 4 de julio de 2015

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