Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia han sido claros: la fórmula presidencial de Gustavo Petro y Francia Márquez sale victoriosa en la primera vuelta, con un 40.3% de los votos (8.5 millones). Le siguen el candidato Rodolfo Hernández, con un 28.1% (5.9 millones), y el candidato del uribismo Fico Gutiérrez, con el 23.8% (5 millones). Esto significa que Petro y Hernández competirán por la presidencia en una segunda vuelta el 19 de junio.

De esta manera, el binomio de Petro y Francia, del Pacto Histórico, ha conseguido ganar los comicios manteniendo una importante ventaja frente al segundo candidato, a pesar de la demonización que se ha intentado instalar a través de los grandes medios de comunicación y de los graves obstáculos e irregularidades que han tenido lugar durante el proceso. El más grave de la jornada fue la no validación de más de 8.000 testigos del Pacto Histórico que no han podido ejercer su labor el pasado domingo 29 de mayo. Se trata de una victoria histórica en un país que nunca ha sido gobernado por la izquierda en el siglo XX a nivel nacional.

El uribismo queda así derrotado en las urnas tras haber devastado el país, boicoteado el Acuerdo de Paz y alimentado la violencia frente al anhelo de una Colombia que pide paz, derechos y justicia social. Sin embargo, ha irrumpido en escena Rodolfo Hernández, un candidato que, curiosamente, no apareció en las encuestas hasta hace apenas unas semanas.  Se trata de un multimillonario  conocido como el «Trump colombiano», que se presenta como «outsider» y que, con un mensaje «antiestablishment» centrado en la lucha contra la corrupción, ha logrado capitalizar parte de la desafección, el sentimiento de abandono y el deseo de cambio que experimenta buena parte del pueblo colombiano, particularmente el voto de los y las jóvenes. Al tiempo que su programa se basa en la desfinanciación del Estado y en que el dinero de la corrupción cambie de unas manos privadas a otras. Hay que destacar que a Hernández le persiguen sus comentarios (como su admiración manifestada «por error» hacia «el pensador Adolf Hitler») y su agresión a un concejal cuando era alcalde de Bucaramanga.

Rodolfo Hernández representa la «antipolítica» y el recambio de las élites uribistas, conservadoras y neoliberales que ya auguraban una derrota aplastante de su candidato preferente, Fico Gutiérrez, para intentar aferrarse al poder. Además, Sergio Fajardo, candidato que decía representar una opción «centrista» ya ha mostrado públicamente su apoyo a Rodolfo Hernández.

Desde Podemos felicitamos y trasladamos nuestra enhorabuena y todo nuestro apoyo a Gustavo Petro, Francia Márquez y al Pacto Histórico por su histórica victoria en la primera vuelta de las presidenciales de ayer en Colombia, a pesar de los obstáculos, amenazas y violencia a la que han estado sometidos, incluyendo riesgos de atentados durante la campaña electoral. También nos congratulamos de que el grito de cambio haya enterrado el uribismo y su herencia de años catastrófica para Colombia, años de  violencia en nombre de la lucha antiterrorista que causaron masacres, asesinatos de líderes y lideresas sociales, desplazamientos forzados de población y ejecuciones de “falsos positivos” por el ejército.

Con todo, el triunfo del Pacto Histórico en primera vuelta pasa por aumentar la participación para vencer al multimillonario Rodolfo Hernández en segunda vuelta y sus mensajes anti-políticos y contra la democracia. El próximo 19 de junio el pueblo colombiano decidirá entre avanzar hacia un futuro de paz, justicia social, feminismo y desarrollo sostenible, o continuar profundizando desigualdades y violencias con un gobierno de tendencias autoritarias. Desde Podemos seguiremos trabajando junto al Pacto Histórico para que ese cambio hacia un nuevo horizonte se convierta en  la realidad que el pueblo de Colombia necesita.


Martes, 31 de mayo de 2022