El Plebiscito en Colombia ha finalizado con la derrota del “Sí” al Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las FARC-EP. De los más de 35 millones de colombianos que estaban llamados a votar, menos de 13 millones fueron finalmente a las urnas, de las cuales el 50,24% votó por el “No” y el 49,75% por el “Sí”. Los resultados, con un voto mayoritario a favor del “Sí” en los Departamentos más afectados por el conflicto, y una ajustadísima diferencia final favorable al “No” ha generado una gran conmoción en el país americano y en quienes deseábamos que se diera en las urnas un paso decisivo para poner fin a cinco décadas de conflicto y sufrimiento.

Poco después de conocerse el resultado, tanto el Presidente Santos como las FARC han afirmado que el alto el fuego bilateral y su compromiso con el proceso de paz siguen vigentes. En esta hora difícil, afirmamos que los esfuerzos realizados por las partes involucradas en el proceso no han sido ni serán en vano. Al contrario, el compromiso por una paz justa y duradera en Colombia debe superar este revés y dar nuevos pasos adelante.

Desde Podemos hemos participado activamente de la campaña por el “Sí” al Acuerdo, y apoyamos y seguiremos apoyando a las organizaciones sociales y políticas que, tanto en Colombia como en España y otras partes del mundo, han contribuido con su trabajo a consolidar este Acuerdo de Paz. Nuestra organización seguirá apostando con más ahínco si cabe por el fin permanente de la violencia en Colombia, por la consecución de una paz con justicia social, y por el respeto integral y efectivo de los Derechos Humanos.

Por eso hoy hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que renueve el compromiso y apoyo unánime a la resolución pacífica del conflicto que mostraron hace pocos días en la firma de los acuerdos en Cartagena. Pedimos que se retome y profundice cuanto antes el proceso de diálogo para el desarrollo e implementación de los acuerdos, que se incluya en ese proceso al ELN, y que se trabaje para involucrar al conjunto de la ciudadanía colombiana en un proceso histórico y determinante para el futuro del país y del continente entero. Los cambios estructurales que plantean los acuerdos deben ver la luz del día para construir una Colombia justa, menos desigual y en paz. El fin de la violencia en Colombia es y debe ser un proceso irreversible.


Lunes, 3 de octubre de 2016