El pasado viernes 24 de febrero finalizó la visita de Estado a España del presidente de Argentina, Mauricio Macri a a la cabeza de una delegación ministerial y empresarial que ha participado en varios foros económicos de inversión. En estos encuentros, los gobiernos de Macri y de Rajoy han vuelto a ofrecer las mismas políticas económicas neoliberales que llevaron a la ruina a Latinoamérica en las décadas de los 80 y 90 y que han provocado graves crisis económicas, pagadas por la gente, en todo el mundo desde 2007.

La primera visita de Estado en 600 días a nuestro país debería haber marcado el rumbo de una nueva política exterior y sin embargo, el Gobierno de nuestro país ha preferido hacer política de partido con sus aliados ideológicos. El Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, declaró que los recientes cambios políticos en Argentina y Brasil, calificando así el golpe institucional que acabó con la destitución de la presidencia de Dilma Rousseff en línea con las declaraciones del presidente de Argentina, eran una oportunidad para estrechar lazos políticos.

Macri y Rajoy comparten políticas basadas en recortes, desregulación, despidos y acciones que no luchan contra la desigualdad y la pobreza. Durante su primer año de mandato, el gobierno de Macri, conocido por poseer hasta 50 sociedades en paraísos fiscales, ha impuesto tarifazos de gas, luz y agua a las familias; ha despedido más de 200.000 trabajadores; ha acelerado las deportaciones de personas inmigrantes y ha ofendido a las víctimas del golpe de Estado en Argentina en 1976. Tanto en Argentina como en nuestro país hacen falta más políticas de memoria, justicia y reparación, motivo por el que exigimos al Gobierno de Rajoy que no obstaculice la querella argentina sobre las víctimas del franquismo.

Además, el gobierno de Macri se ha escudado en el respeto a la independencia judicial para no cumplir sus obligaciones como Estado firmante del sistema internacional de protección de DDHH y liberar a Milagro Sala, diputada del Parlasur, detenida de manera arbitraria desde enero de 2016 y cuya excarcerlación inmediata han exigido el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Amnistía Internacional.

Frente a las políticas partidistas del Gobierno del Partido Popular, hacen falta políticas de Estado con América Latina, una región clave para nuestro país por nuestros lazos históricos, económicos y socioculturales y por los cientos de miles de españoles y españolas que viven en América Latina y las también cientos de miles de personas latinoamericanas que residen en España. Estas relaciones de Estado deben estar regidas por el reconocimiento mutuo, el respeto a la soberanía de cada país, la cooperación económica, social y solidaria y la protección de los derechos humanos, la democracia, el desarrollo sostenible y la equidad de género.


Miércoles, 1 de marzo de 2017