A dos años del «estallido social» que tuvo lugar en Chile en octubre de 2019, hoy, 7 de septiembre, el presidente Sebastián Piñera realizará una visita oficial a nuestro país en el marco de su gira europea. Desde Podemos denunciamos (y pudimos observar sobre el terreno) la situación que se vivió con la declaración del estado de emergencia durante las movilizaciones, el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las Fuerzas Armadas y las graves violaciones de derechos humanos que fueron documentadas por organizaciones sociales y organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) o la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). De acuerdo con cifras actualizadas de la Fiscalía chilena y del Instituto Nacional de Derechos Humanos, se contabilizan más de 8.000 víctimas de la violencia estatal y más de 400 casos de trauma ocular.

 

Todavía hoy hay muchas personas en Chile reclamando acceso a la Verdad, Justicia y Reparación. Algo que no solo es deber de todo Estado democrático garantizar, sino que es condición indispensable para restaurar los vínculos entre la sociedad (sus jóvenes, mujeres, comunidades indígenas, colectivos más vulnerables) y las instituciones, junto al establecimiento de garantías para la no repetición, empezando por la desmilitarización del país. Pero no es la única. El Estado también debe abordar las causas profundas de aquellas movilizaciones, que tuvieron mucho que ver con el empobrecimiento, la desprotección y la pérdida de derechos que ha conllevado la imposición del modelo neoliberal en países de toda América Latina, así como también en el nuestro. Y eso solo puede lograrse con políticas decididas en favor de la democratización del país, la protección de los derechos humanos y la promoción de la justicia social. Más aún en un contexto de pandemia global como el que siguió y sigue a hoy en día, y en el que la desigualdad y los problemas asociados a ella se están agravando y cebando con las clases populares.

 

Por todo ello, desde Podemos queremos reiterar nuestra solidaridad con el pueblo chileno y con las víctimas de la represión y sus familiares. Asimismo, instamos al Gobierno de Sebastián Piñera a investigar de manera decidida las violaciones de derechos humanos cometidas en el marco del «estallido social», para depurar responsabilidades entre sus autores y dar acceso a la Verdad, Justicia y Reparación a las víctimas de los abusos. Es necesario emprender una reforma profunda de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para garantizar la no repetición y lograr la sociedad democrática y respetuosa de los derechos humanos que ansía el pueblo chileno. Por otro lado, solicitamos al Gobierno de España y a la UE a defender la urgencia de estas investigaciones, y a no firmar ni profundizar acuerdos comerciales y de cooperación con Chile que puedan agravar las desigualdades y la situación de los derechos humanos en el país.

 

Los resultados del plebiscito nacional de 2020 no dejaron lugar a dudas: los chilenos y las chilenas quisieron superar el marco constitucional surgido durante la dictadura de Pinochet (el «apruebo» obtuvo más del 75% de los votos) e iniciar un nuevo periodo regido por una nueva Constitución surgida de un proceso constituyente democrático y en libertad. Un ejemplo admirable de democracia y dignidad del pueblo chileno que desde España miramos con mucha esperanza.

 

En mayo de este año Chile votó la conformación de la Asamblea Constituyente encargada de redactar la nueva Constitución. Desde Podemos celebramos unos resultados que arrojaron un importante avance de las candidaturas de izquierdas e independientes, que están marcando y marcarán la pauta en la nueva Constitución, frente a la derrota de la derecha oficialista de Sebastián Piñera. Además, el órgano es paritario y reserva 17 escaños a los pueblos indígenas. También celebramos la elección de Elisa Loncón —indígena mapuche, doctora y académica— como presidenta de la Convención.

 

América Latina está en un proceso de cambio en el que las fuerzas populares y progresistas se juegan (y se encaminan ya en varios países a) recuperar la hegemonía que tenían a principios de siglo, pudiendo volver a instaurar proyectos políticos y económicos más democráticos y con una economía centrada en las necesidades reales de la población. Seguiremos caminando juntas para lograr ese objetivo a ambos lados del Atlántico.

 

Martes, 7 de septiembre de 2021


Martes, 7 de septiembre de 2021