En las útimas semanas, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan ha intensificando sus agresiones contra el pueblo kurdo al lanzar una campaña de bombardeos en Irak y amenazar con lanzar una nueva invasión en Siria. Además, el Gobierno de Turquía ha aumentado la represión contra el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) en Turquía y ha aprovechado la petición de entrada de Finlandia y Suecia para exigirles reprimir la solidaridad kurda en Europa.


El pasado 18 de abril, Erdoğan lanzó una ofensiva aérea y terrestre contra las fuerzas kurdas en Irak y Siria. Desde entonces, las fuerzas turcas han intensificado el bombardeo de zonas civiles en todo el norte y el este de Siria.


También, Erdoğan anunció el 24 de mayo su intención de ocupar una «zona segura» de 30 km para el alojamiento forzoso de personas refugiadas, como pretexto para su intento de limpiar étnicamente a los aproximadamente 2,5 millones de personas que viven en la zona, con orígenes kurdos, árabes, sirios asirios y yazidíes, entre ellas decenas de miles de personas refugiadas. Hay que recordar que todos ellos y ellas combatieron la amenaza del Estado Islámico y sufrieron graves consecuencias con un gran número de muertes, destrucción, desplazamientos y esclavitud sexual.


Hay que reseñar que Turquía, con el apoyo del Secretario General de la organización de la que forma parte desde 1952, está utilizando la petición de entrada a la OTAN de Finlandia y Suecia para intentar restringir las actividades políticas y el asilo de organizaciones y personas kurdas en estos países.


Dentro de Turquía, el Gobierno de Erdoğan continúa utilizando el poder Judicial para reprimir toda crítica a su Gobierno, incluso desafiando la obligación de Turquía de cumplir las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, como hemos visto en los casos de Osman Karvala y Selahattin Demirtaş. Así se explica el encarcelamiento de miles de miembros del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y la destitución de 108 alcaldes y alcaldesas del HDP, mientras que otro caso judicial pretende cerrar el partido y prohibir a 451 políticos participar en la política del partido durante cinco años. A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Turquía, aumentan las detenciones de integrantes del HDP y otros activistas.


Ante estos hechos, desde Podemos nos sumamos al llamamiento internacional de la Internacional Progresista y otras delegaciones internacionales que visitan la zona en solidaridad con el pueblo kurdo. Además, exigimos a la Unión Europea una acción firme y decidida para evitar más invasiones turcas contra poblaciones kurdas. Una vez más, expresamos nuestra solidaridad con los y las representantes de HDP detenidos y perseguidos. Desde Podemos exigimos el cumplimiento del derecho internacional y una política decidida y basada en derechos humanos para lograr paz y justicia para los pueblos kurdos. El Gobierno de Turquía debe volver a la mesa de negociaciones, cesar la represión
interior contra todo tipo de oposiciones y volver a respetar los derechos de las mujeres de su país y de todo el mundo, que le exigen retornar al Convenio de Estambul


Lunes, 6 de junio de 2022