El resultado del plebiscito nacional celebrado ayer en Chile no deja lugar a dudas: el pueblo chileno quiere superar el actual marco constitucional, surgido en plena dictadura pinochetista, e iniciar un nuevo periodo regido por una Constitución surgida de un proceso constituyente democrático y en libertad. Ese es el significado de la abrumadora victoria del «apruebo» en el referéndum: el «apruebo» obtuvo más del 75 % de los votos totales. Además, en la pregunta sobre la forma de elaboración de la nueva Constitución, la opción de una Convención elegida plenamente mediante el voto popular también ganó, lo que implicará que esta Constitución surgirá de un proceso radicalmente democrático.

Este plebiscito es un conquista histórica del pueblo chileno que justo hace un año comenzó una oleada de movilizaciones sin precedentes. La primera respuesta del Gobierno Piñera, la represión y la violación de los derechos fundamentales de la población chilena, con la instauración del estado de excepción, se vio enseguida desbordada por la fuerza de una movilización que comenzó por la subida del precio del metro y terminó cuestionando todo el andamiaje jurídico sobre el que se sostiene el régimen surgido de la dictadura.

El resultado de ayer se suma al obtenido por Luis Arce en Bolivia, quien, con más del 50 % de los votos en primera vuelta y a muchísima distancia de Carlos Mesa, será el próximo presidente del país andino, recuperando así la democracia que el golpe de Añez sustrajo al pueblo boliviano en noviembre pasado. Estos dos hechos, simultáneos en el tiempo, son la prueba de que América Latina está en un proceso de cambio en el que las fuerzas populares y progresistas se encaminan a recuperar la hegemonía que tenían a principios de siglo, pudiendo volver a instaurar proyectos políticos y económicos más democráticos y con una economía centrada en las necesidades de la población.

Desde Podemos, celebramos este resultado, así como el cambio que implica para la región. Nuestra formación trabajará para apoyar a las fuerzas progresistas chilenas en el periodo que se abre y conseguir un cambio constitucional basado en la democracia y la justicia social, las demandas que, en octubre de 2019, dieron comienzo a todo. Esperamos, desde ese apoyo, traer a nuestro país y a Europa fuerza para hacerlas más democráticas y más justas.


Lunes, 26 de octubre de 2020