Las protestas de cientos de saharauis en el paso fronterizo de Guerguerat, que separa Mauritania de áreas ocupadas por Marruecos en el Sáhara Occidental, bloquean desde hace tres semanas el transporte de recursos saharauis hacia la zona del Sahel. Estas manifestaciones se producen después de que tropas marroquíes se hayan concentrado en la zona, según informaciones de medios de comunicación. La tensión se ha elevado al producirse estos acontecimientos en la zona de separación del alto el fuego.

Como potencia administradora y territorio pendiente de descolonización (según Naciones Unidas), respectivamente, España mantiene una responsabilidad histórica con el Sáhara Occidental. La situación en Guerguerat evidencia, por enésima vez, la necesidad de avanzar en el proceso de libre determinación para el pueblo saharaui, reconocida en sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y en resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para una solución justa y pacífica mediante un referéndum con un censo acordado entre las partes.

Por esa razón, desde Podemos instamos a la retirada de las fuerzas militares presentes en el paso fronterizo de Guerguerat, así como a la protección de la población civil que se manifiesta pacíficamente en el enclave, con quien queremos expresar también nuestra máxima solidaridad y apoyo. A la vez, demandamos la implicación de Naciones Unidas. El Secretario General de la ONU debe nombrar, por su parte, a un Enviado Personal para el Sáhara Occidental —vacante desde hace más de un año—, y la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) ha de renovar su mandato con una clara vocación de protección y promoción de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de la población saharaui, incluyendo la celebración del referéndum de autodeterminación.

Diez años después de la detención y el encarcelamiento de 19 activistas saharauis, aún continúan en prisión tras las condenas impuestas en 2017 por la protesta pacífica del campamento Gdeim Izik, a las afueras de El Aaiún (Sáhara Occidental). Este proceso fue criticado por su falta de garantías por el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas, así como por la falta de pruebas y adecuación al derecho internacional, según varias delegaciones de nuestro país presentes en los juicios. Ante los peligros de la pandemia en las cárceles, desde Podemos nos sumamos a la petición de la sociedad civil española para demandar su inmediata liberación. Precisamente por el impacto de la COVID-19 y la situación de emergencia sanitaria, económica y social que supone a nivel global, nuestro país debería priorizar un aumento de los esfuerzos de ayuda humanitaria para los campos de refugiados de la región y, sobre todo, de la firme implicación de nuestras instituciones con relación a una cuestión histórica pendiente y acuciante —tan presente en nuestro país cada año— como es la descolonización del Sáhara Occidental, el respeto a su derecho a la libre determinación y el respeto de los derechos humanos de la población saharaui.


Viernes, 13 de noviembre de 2020