Ayer Lenin Moreno decretó el estado de excepción en Ecuador, que confiere poderes especiales a las fuerzas de seguridad en el país. Con esta medida, Moreno pretende reprimir con impunidad las protestas que sus recientes reformas económicas están provocando en todo el país y que están poniendo en cuestión su legitimidad como Presidente de la República.

Las reformas, que incluyen el fin del subsidio a los hidrocarburos y el recorte de los salarios a los empleados públicos en un 20%, suponen un ataque frontal a las clases populares y profundizan en el modelo neoliberal impuesto por las instituciones financieras internacionales como el FMI. Un modelo que había sido enfrentado durante los años de gobierno de Rafael Correa, consiguiendo avances importantísimos en justicia económica y derechos sociales. Es importante recordar que Moreno ganó las elecciones por ser el aparente continuador del proyecto de la Revolución Ciudadana, al que ha traicionado desde el inicio de su mandato.

En este contexto, la declaración del estado de excepción supone poner en riesgo los derechos civiles básicos de la población ecuatoriana, que tiene derecho a protestar y a manifestarse contra unas políticas económicas injustas y destinadas a empeorar sus condiciones de vida. Es un paso más en la degradación del Estado de Derecho ecuatoriano provocado por Lenin Moreno y que hemos denunciado en varias ocasiones en los últimos años.

Desde Podemos seguiremos apoyando al pueblo ecuatoriano que se manifiesta legitimamente contra unas medias injustas y a las fuerzas de oposición que reclaman una salida democrática a la situación y una recuperación de la legitimidad del Gobierno. Exigimos también al Gobierno español que deje de mirar para otro lado ante la degradación del Estado de derecho ecuatoriano, ejemplo de progreso y democracia en la última década.


Viernes, 4 de octubre de 2019