El miércoles 9 de octubre Turquía inició su tercera ofensiva militar unilateral contra las milicias kurdas en el norte del país. Hasta el momento, han muerto una decena de personas a consecuencia de los bombardeos, 25 heridos y 60.000 personas han sido desplazadas en una zona en la que viven 5 millones de personas que temen que los combates duren meses con gravísimas consecuencias humanitarias, militares, políticas y estratégicas. Por esa razón, hoy se reunirá de urgencia el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La invasión se se produce pocos días después de que las tropas de EE.UU. se retirarán de la zona rompiendo el pacto con las fuerzas kurdas integradas, junto a personas de otros orígenes, en las Fuerzas de Defensa Siria. Trump vuelve a demostrar no sólo sus erráticas políticas exteriores sino un profundo desprecio por las vidas de las personas kurdas, por las milicias que contribuyeron con la vida de 11.000 combatientes a la derrota del Estado Islámico, por las consecuencias regionales o para Europa.

Las declaraciones de Ministerio del Interior de Turquía afirmando que lucha contra terroristas en Rojava son una excusa más para los planes indisimulados del Gobierno de Erdogan contra las poblaciones kurdas en su país y en Siria con el objetivo de terminar con la autonomía kurda en Siria, que en estos años ha desarrollado un proyecto democrático, ecologista y feminista. También para transferir población refugiada siria desde Turquía a ese territorio sin garantizar si el retorno será voluntario, seguro ni cualquier de sus derechos y con el objetivo de cambiar demográficamente la zona. La acción unilateral de Erdogan pone también en peligro las acciones contra el Estado Islámico, como demuestra el abandono de las prisiones en que estaban confinados sus combatientes europeos y de otros orígenes.

Aún peor, las declaraciones intimidatorias de Erdogan y su Gobierno anunciando un chantaje contra su la Unión Europea enviando personas refugiadas o devolviendo presos del Estado Islámico no sólo son inaceptables sino que demuestran que la Unión Europea debe cambiar profundamente de rumbo en su política exterior para no entrar en cambalaches geopolíticos con las vidas de las personas que han convertido Oriente Medio en una zona de impunidad absoluta sino proponer políticas basadas en el respeto a los derechos humanos y la resolución de conflictos para masacres como la que llevan sufriendo desde hace ocho años las poblaciones en Siria, convertido como Irak, Yemen, Libia o Gaza en una zona de impunidad y desprecio del derecho internacional y derecho internacional humanitario con desplazamientos forzosos, torturas, secuestros, violencias sexual contra las mujeres…

Desde Podemos consideramos inaceptable que el gobierno de España no se haya pronunciado hasta la fecha, mientras que Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Países Bajos sí han condenado la invasión turca. También demandamos que la Unión Europea no se quede solamente en las declaraciones como las que hizo Federica Mogherini, Vicepresidenta de la Comisión y Alta Representante de Política Exterior de la UE, el pasado miércoles 9 de octubre ni como las que hizo su próximo sustituto, Josep Borrell. Por tanto, exigimos a la Unión Europea y al Gobierno de España una firme actuación por todo los medios políticos, diplomáticos y económicos para frenar la invasión turca y parar una nueva crisis humanitaria en Rojava para evitar otra masacre que sume al desastre que sufre la población siria desde hace ocho años.

Desde Unidas Podemos hemos actuado con la exigencia de responsabilidades de la eurodiputada Idoia Villanueva a Josep Borrell en la Comisión de Asuntos Exteriores y con una carta enviada por el diputado Antón Gómez-Reino al Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Y en las próximas fechas realizaremos más acciones. También nos sumamos al llamamiento a participar en las concentraciones de protesta que se realizarán en nuestro país y todo el mundo desde este jueves hasta el próximo domingo.


Jueves, 10 de octubre de 2019