El Grupo Parlamentario Podemos-En Comú Podem-En Marea, de acuerdo con los artículos 193 y siguientes del Reglamento del Congreso de los Diputados, presenta la siguiente proposición no de Ley de tramitación ordinaria sobre la necesidad de la creación de un libro de estilo para la comunicación dentro de la Cámara que responda a los criterios del lenguaje inclusivo para su tramitación ante la Comisión de Reglamento del Congreso.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

La desigualdad entre hombres y mujeres, problema de nuestra sociedad y obstáculo para su progreso, se manifiesta en numerosos aspectos tanto de la vida privada como pública. Aunque se han producido numerosos avances en nuestro país, son aún múltiples las discriminaciones de que son objeto las mujeres por el mero hecho de serlo.

El artículo 14 de nuestra Constitución consagra la igualdad de toda la ciudadanía española ante la ley, sin que quepa discriminación por razón de sexo. La ley, como expresión de la voluntad soberana del pueblo español, lo representa en su pluralidad. Sin embargo, y debido a la tradición de nuestro lenguaje, los textos legislativos y, en general, los que resultan de la actividad de esta Cámara, aluden a la totalidad de la ciudadanía mediante el género masculino, al que se le otorga un valor génerico. Dicho uso no responde a criterios únicamente lingüísticos, ya que la lengua española ofrece herramientas expresivas que permiten un uso inclusivo de ésta sin caer en la artificiosidad o la reiteración, sino que es reflejo de la tradicional discriminación de las mujeres, al tiempo que la perpetúa y normaliza socialmente. Como señala el Consejo de Europa en la Recomendación No. R (90) 4 sobre la eliminación del sexismo en el lenguaje, de 21 de febrero, el lenguaje desempeña un papel en la formación de la identidad social de los individuos, interactúa con las conductas sociales, y un uso sexista del lenguaje obstaculiza el establecimiento de la igualdad entre hombres y mujeres en la medida en que invisibiliza a las mujeres.

Dado que tal uso, por gramaticalmente correcto que sea, tiene el efecto social señalado y que las lenguas, por su carácter evolutivo, cambian de manera constante debido a las transformaciones sociales, es factible y positivo que los textos que representan la voluntad soberana del pueblo español no sólo progresen junto a él sino que inciten su progreso, así como es coherente que estén a la altura de los avances alcanzados en esta casa: en la XI Legislatura que recién iniciamos, 140 diputadas electas ocuparán los escaños del Congreso. Éstas serán las Cortes con mayor participación femenina. Sin alcanzar la paridad, el reparto supone un 60-40 por cien, lo que marca un punto de inflexión en cuanto a participación de la mujer en la vida parlamentaria. Un uso sexista del lenguaje obvia una realidad patente en el hemiciclo, los pasillos y todas las dependencias de esta casa: las mujeres no somos una excepción. La sociedad está transformándose y las instituciones no pueden permanecer ajenas a los cambios que se están produciendo más allá de sus puertas.

Orwell decía que si el lenguaje construye el pensamiento, el pensamiento también puede construir el lenguaje. Tomamos la máxima del “lo que no se nombra no existe” para defender que hablar de otra manera también nos permite relacionarnos y vivir de otra manera. Y entendemos que es desde las instituciones donde hay que cuidar más el uso del lenguaje evitando cualquier tipo de exclusión.

Diversas instituciones internacionales han instado formalmente a adoptar un lenguaje inclusivo y no sexista. Tal es el caso de las resolución 14.1 y 109 de la 24ª y 25ª reuniones, respectivamente, de la Conferencia General de la UNESCO, en 1987 y 1989. Es también el caso de la arriba citada Recomendación del Consejo de Europa No. R (90) 4 sobre la eliminación del sexismo en el lenguaje, de 21 de febrero. Estas recomendaciones han sido recogidas en el primer Plan para la Igualdad de Oportunidades para las Mujeres 1988-1990 aprobado por el Consejo de Ministros en la Orden de 22 de marzo de 1995, del Ministerio de Educación y Ciencia para adecuar la denominación de los títulos oficiales.

Todas estas razones y precedentes justifican que esta Cámara, en su actividad y textos producidos, responda también a tales recomendaciones internacionales, que van a alcanzar ya los 30 años de antigüedad.

Por todo ello, el grupo parlamentario PODEMOS-EN COMÚ PODEM-EN MAREA presentan la siguiente:

PROPOSICIÓN NO DE LEY

El Congreso de los Diputados insta a la Comisión de Reglamento del Congreso a:

1. La creación de un libro de estilo para la comunicación dentro de la Cámara, que responda a los principios del lenguaje inclusivo cumpliendo así con la representación de la realidad de la misma. Se instará también desde la cámara a que los diferentes grupos parlamentarios apliquen un lenguaje inclusivo.

2. Rendir cuentas a las Cortes sobre el cumplimiento de esta resolución como máximo a los ……. meses de la aprobación de la misma.

Congreso de los Diputados, a 8 de marzo de 2016