El primer dato de la Encuesta de Población Activa (EPA) del año 2018, la que hace referencia al primer trimestre del año, no es nada halagüeño si atendemos tanto a la cantidad como a la calidad del empleo. Con ese dato en la mano, sigue quedando claro que la actual estrategia de crecimiento, con la que incluso se reduce el número de ocupados, no hace sino agravar las desigualdades en nuestro mercado de trabajo. Desde que gobierna el Partido Popular, los indicadores de calidad del empleo no han parado de deteriorarse:

  • La tasa de desempleo se ha incrementado: En el último trimestre, el número de ocupados ha descendido en 124.000 personas y se ha producido un aumento del número de parados en 29.000 personas. Por todo ello, la tasa de paro se ha incrementado hasta el 16,7%.
  • El paro de larga duración es muy elevado: más de una de cada tres personas paradas busca empleo desde hace más de dos años, y hay una elevada tasa de subempleo. Un 10% de trabajadores y trabajadoras tienen, de forma involuntaria, un contrato a tiempo parcial.
  • Continúa la insuficiente creación de empleo: Once años después de que comenzara la crisis económica y social, hay todavía 1,8 millones menos de empleos que en 2007. Esto supone que falta por recuperar la mitad del empleo destruido durante la crisis.
  • Incremento de la temporalidad: El número de personas asalariadas indefinidas no se ha incrementado en los últimos trimestres. De hecho, desde el primer trimestre de 2014 el porcentaje de trabajadores y trabajadoras temporales sobre el total de asalariados ha aumentado 3 puntos porcentuales, hasta superar el 26% del pasado trimestre.
  • El abuso de la temporalidad está ligado a la reducción salarial: Tal como indica la Encuesta de Estructura Salarial (EES) del año 2014, mientras que la media de las personas trabajadoras indefinidas cobran 11,7 euros por hora, las personas trabajadoras temporales cobran 9,6 euros por hora. Es decir, la brecha salarial entre los trabajadores temporales e indefinidos por hora trabajada es del 18,2%. Esta brecha se dispara si se considera el salario total. De tal forma que los indefinidos cobran de media 23.645 euros al mes y los temporales 12.427,7 euros al mes. Esto significa que los trabajadores y las trabajadoras con contrato temporal cobran la mitad que los indefinidos.
  • Elevada parcialidad: Las jornadas a tiempo parcial siguen suponiendo el 16% del total de asalariados y asalariadas. De esta forma, a pesar de la caída del número de personas ocupadas, la tasa de parcialidad ha continuado por encima del 16%.
  • Las desigualdades del mercado laboral tienen sesgo de género. Es un hecho especialmente grave que tres de cada cuatro personas con contrato a tiempo parcial sean mujeres: Debido a las mayores tasas de parcialidad y temporalidad que sufren las mujeres ocupadas, sus puestos de trabajo son notablemente más precarios y sus salarios más bajos. Esto se debe a que siguen asumiendo la carga del trabajo no remunerado de cuidados, que compatibilizan con contratos a tiempo parcial en el mercado de trabajo.
  • Caída de la población activa: No hay que olvidar que gran parte de la reducción de la tasa de desempleo, vista en trimestres anteriores, ha sido consecuencia de la reducción de la población activa. De manera que se ha expulsado del mercado laboral a 1,4 millones de personas respecto a 2012. Y, en consecuencia, hoy hay casi un millón más de población española residente en el extranjero que en 2009.
  • Inestabilidad en la contratación indefinida: Mientras que en 2007 un 15% de los contratos indefinidos firmados no terminaba el año, esta cifra se duplicó en 2017, llegando a ser un tercio de los contratos indefinidos los que no continúan vigentes a final de año.

Por todo ello, es fundamental realizar una política activa de creación de empleo que incremente sustancialmente el número de ocupados y ocupadas, así como legislar para que exista una mejoría real en las condiciones laborales de todas las trabajadoras y todos los trabajadores, poniendo especial énfasis en la recuperación de una estabilidad laboral que vaya acompañada de unas mejoras salariales que garanticen una vida digna.


Jueves, 26 de abril de 2018